Mediante la aplicación de métodos geofísicos es posible determinar la estratificación de suelos y rocas, midiendo los cambios de características físicas de los materiales, como pueden ser la velocidad de propagación de ondas, la resistividad o conductividad del suelo y/o subsuelo, la susceptibilidad magnética entre otras.
Los estudios geológicos, geofísicos resultan de vital importancia, ya que gracias a ellos se puede determinar si un terreno es confiable para realizar algún tipo de obras subterránea.
Equipo para prospección por frecuencias electromagnéticas
los métodos geofísicos estudian la repartición en profundidad de alguna determinada propiedad físico-química de las capas del subsuelo, o de alguna característica relacionada con dichas propiedades.
La prospección geofísica nos permite:
Los estudios geofísicos permiten investigar la distribución de resistividades eléctricas o conductividades en el subsuelo desde unos pocos metros hasta decenas de kilómetros. En los métodos inductivos se trabaja con corrientes inducidas en el subsuelo a partir de frecuencias relativamente altas (entre 100 Hz y 1 MHz) mediante sondeos eléctricos, existe una variante de ésta que es Tomografía de resistividad Eléctrica (TRE) en la cual consta de un arreglo de electrodos de forma favorable para realizar una imagen 2D del subsuelo y mediante resistividad/conductividad, interpretar la composición del subsuelo. En el caso de los métodos conductivos, se introduce en el subsuelo una corriente continua o de baja frecuencia (hasta unos 15 Hz), mediante electrodos. Usos: Detección de agua subterránea, investigación de depósitos de minerales, determinación de intrusión salina en acuíferos costeros, detección de plumas contaminantes por hidrocarburos o lixiviados, determinación de la estratificaría del subsuelo, evaluación de bancos de materia (arena y grava), determinación de la profundidad al nivel frenético.